jueves, 29 de septiembre de 2011

El amor

Siempre que alguien esté pidiendo amor no será capaz de darlo, porque el hecho de pedir es una señal de que dentro de él no hay una fuente de amor. Si no, ¿por qué lo tendría que pedir fuera? Sólo la persona que está por encima de la necesidad de pedir amor puede dar amor. El amor es compartir, no mendigar. El amor es un emperador, no un mendigo. El amor sólo sabe dar, no sabe nada acerca de pedir...

La felicidad y la infelicidad son decisiones propias.


Cambiar el mundo entero no es responsabilidad tuya, lo único que puedes hacer es cambiarte a ti mismo. Si tú eres la causa de tu sufrimiento, puedes cambiar. Si los otros son la causa, entonces no puedes cambiar. Entonces ¿cómo vas a cambiar? A no ser que el mundo entero cambie, sufrirás. Y no parece haber ninguna forma de cambiar a los demás; entonces el sufrimiento no puede tener fin.
La infelicidad no tiene nada que ver con una causa exterior, es una decisión interior. Si quieres seguir siendo infeliz, puedes serlo, sea cual sea la situación. Y también es verdad lo contrario. Si decides ser feliz, dichoso, celebrar, puedes serlo, independientemente de las circunstancias.

No importan las circunstancias, lo importante eres tú, tu actitud. Te pueden dar todo el amor del mundo, pero si tú decides ser infeliz, seguirás siendo infeliz. Y puede suceder que no tengas nada en el mundo, absolutamente nada, y seas feliz, increíblemente feliz, sin razón alguna, porque la felicidad y la infelicidad son decisiones propias.

Lleva mucho tiempo darse cuenta de eso, porque al ego le resulta muy cómodo pensar que son los demás los que te están haciendo infeliz. El ego no hace más que poner condiciones imposibles, y dice que primero hay que cumplir esas condiciones y que sólo entonces podrás ser feliz. Te dice que cómo puedes ser feliz en un mundo tan horrible, con una gente tan horrible, en una situación tan horrible...

Si eres feliz, el amor fluirá hacia ti... no hará falta que lo pidas. Es una de las leyes básicas. Al igual que el agua fluye en dirección descendente y el fuego se mueve en dirección ascendente, el amor fluye hacia la felicidad... en dirección a la felicidad...

Sé feliz y verás, de repente todo el mundo estará ahí, disponible. Todos estaban esperando que abrieras tus puertas. El sol, el aire y la fragancia estaban esperando para entrar, pero tú estabas con las puertas cerradas. Abre las puertas.

domingo, 7 de agosto de 2011

LOS CUATRO PASOS HACIA EL AMOR

El amor es la unión, el encuentro orgásmico de la muerte y la vida. Si no has conocido el amor, te lo has perdido. Naciste, viviste y moriste, pero perdiste la oportunidad. Te has equivocado tremendamente, totalmente, absolutamente, has perdido el intervalo entre las dos notas. Ese intervalo es el pináculo más alto, la experiencia suprema.
Para alcanzarlo, hay cuatro pasos que debes recordar.
El primero: estar aquí y ahora, porque el amor sólo es posible en el "aquí-ahora". No puedes amar en el pasado. Muchas personas viven simplemente de recuerdos, amaron en el pasado. Y hay otros que aman en el futuro; eso tampoco se puede hacer. Estas son formas de evitar al amor. El pasado y el futuro son las formas de evitar al amor.
El segundo paso hacia el amor es: aprende a transformar tus venenos en miel...
Mucha gente ama, pero su amor está muy contaminado con venenos, con odio, celos, furia, posesividad. Mil y un venenos asedian tu amor. El amor es algo delicado. Detente a pensar en la ira, en el odio, en la posesividad, en los celos. ¿Cómo puede el amor sobrevivir?
Y tercero: comparte. Cuando tengas algo negativo, guárdalo para ti. Cuando tengas algo positivo, compártelo. La gente, comúnmente, comparte sus negatividades, no comparte sus experiencias positivas. La Humanidad es simplemente estúpida. Cuando están contentos no comparten, son avaros. Cuando se sienten infelices, son muy pródigos. Entonces están mucho más dispuestos a compartir. Cuando la gente sonríe, sonríe muy moderadamente, sin llegar muy lejos, pero cuando están furiosos, lo están totalmente. El tercer paso es compartir la positividad. Esto hará que tu amor fluya como un río y hará que surja de tu corazón. El dilema de tu corazón empezará a cambiar cuando compartas.
Y la cuarta: no seas "alguien". Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.
Cuando estás vacío, hay amor.
Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece.
El amor y el ego no pueden converger.
El amor puede existir con Dios y no con el ego, porque el amor y Dios son sinónimos. Es imposible que el amor y el ego estén juntos. Así que, sé la nada. El "no ser" es la fuente de todo, el "no ser" no ser es la fuente del infinito... "no ser" es Dios. Ser "la nada" significa nirvana.
Osho en Vida, Amor y Risa...